El día que sí se cayó el Ángel de la Independencia

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Nadia Sanders8
25 de octubre 2024
  • Museo del Archivo de la Fotografía, Secretaría de Cultura CDMX

La historia de la Ciudad de México y los sismos ya tiene varias páginas, pero el primero que sacudió a la capital y rompió su frágil cara de modernidad fue el que provocó el desplome del Ángel de la Independencia, la Victoria Alada, el principal monumento en el Paseo de la Reforma, en 1957.

Las fotos de los diarios de la época muestran la cara dorada de la Victoria Alada partida al pie de la columna, con fragmentos de sus piernas y sus alas, fracturas en la columna y trozos de la escultura esparcidas sobre el suelo.

Quizá por esas imágenes es que el video de una filmación provocó una especie de déjà vu colectivo estos días, aunque en realidad se trataba de material de utilería para una filmación y uno de los cineastas tuvo que demostrar en video que no era el Ángel en pedazos otra vez, sino material para recrear una escena como la de 1957.

Hace 67 años, el sismo que vivieron nuestras abuelas se registró a las 2:40 de la madrugada del domingo 28 de julio y tuvo una intensidad de 7.7 grados, con epicentro en Acapulco, Guerrero.

“ESPANTOSO SISMO”, fue la cabeza de ocho columnas de Excélsior. “Se cayó el Angel de la Independencia; Inquilinos Aislados en los Multifamiliares”.

“El temblor fué del 7° Grado”, tituló El Universal, junto a la nota principal del domingo 28 de julio: “Fue asesinado el presidente de Guatemala Castillo Armas”, con una foto de su cuerpo dentro de un féretro.

En su edición del lunes 29 de julio, Novedades tituló “La Capital y nueva Estados de la República Sacudidos por un Temblor”.

Entre los edificios que resultaron seriamente dañados estuvieron, escuelas del IPN, condominios en la colonia Roma, en San Juan de Letrán, hoy Eje Central, y en Avenida Insurgentes, pero el Ángel se quedó grabado en la memoria colectiva y es el referente del primer “macrosismo” en el entonces Distrito Federal en los últimos 100 años porque el referente más cercano era un sismo de California.

“El monumento máximo del Paseo de la Reforma está incompleto. El pueblo lo mira con azoro. Los rostros se contraen en rictus de dolor, dice un texto al pie de una foto de Daniel Soto en El Universal.

La prensa decía que la misma ciudadanía estaba dispuesta a costear la nueva escultura para reponer el monumento y las crónicas de consternación eran románticas.

“Quienes llegan a ver, en verdadera peregrinación, los destrozos causados por el macrosismo al Altar de la Patria, dejan ver en sus semblantes la tristeza que les invade”, decía una nota del mismo diario.

El presidente en esa época era Adolfo Ruiz Cortínez, quien dio recorridos por Reforma y anunció que sería repuesto inmediatamente el Ángel de la Independencia. El jefe del Departamento del Distrito Federal, como se llamaba la CDMX, era Ernesto P. Uruchurtu.

“SIN SU HERMOSO ANGEL y toda llena de cuarteaduras, quedó la Columna a la Independencia, uno de los monumentos más dañados por el sismo de ayer. Los daños que sufrió son tan fuertes que se cree que habrá necesidad de demolerla”, dice un pie de foto de Excélsior del 29 de julio de 1957.

Las personas muertas

A los 10 días del sismo, se reportaron 52 cadáveres rescatados y 579 heridos, publicó Excélsior, con datos de la Procuraduría local.

El edificio donde hubo más personas muertas fue el de Frontera y Álvaro Obregón, “‘El lugar del crimen’, (así llama la gente al cruce fatídico, en vista de que el derrumbamiento ocurrió porque el edificio fué construido con pésimos materiales, las escenas patéticas se suceden a cada instante”. (sic). En el edificio de la colonia Roma murieron 33 personas.

“Para este reportero, el derrumbe de Frontera y Álvaro Obregón no fue un accidente sino un crimen colectivo. No se trata de una desgracia inevitable causada por la fuerza del temblor. Con sismo o sin él, el edificio se hubiera venido abajo por una sencilla razón: porque en lugar de concreto, el constructor usó algo muy parecido al tequesquite”, dice la nota de Excélsior del 30 a julio.

Y agrega que “Resulta casi increíble que en la Ciudad de México haya irresponsables que construyan un edificio y, para ahorrar material, casi no le pongan cemento al concreto con que van a ‘vaciar’ vigas, losas y columnas”. 


Los edificios afectados

En el edificio de las calles Frontera y la avenida Álvaro Obregón vivían nueve familias y se derrumbó por completo.

La Escuela de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional y la Escuela de Comercio también quedaron destruidas en 1957. Ambos edificios tuvieron que ser demolidos

El Multifamiliar Benito Juárez, que 28 años más tarde quedaría destruido en el sismo del 19 de septiembre de 1985, sufrió daños al desprenderse una escalera, lo que dejó a muchas personas aisladas y tuvieron que ser rescatadas con escaleras de rescate desplegadas desde la calle.

El edificio Rioma, en Insurgentes 377, propiedad de Mario Moreno, “Cantinflas", también tuvo serios daños, aunque las notas no precisan si hubo personas lesionadas en ese inmueble.

La Torre Latinoamericana

En los diarios de la época no pudo faltar la mención a la Torre Latinoamericana, que resistió al sismo de 1957. En las páginas de El Universal se publicó una infografía de la estructura y los cimientos. En el pie de foto dice: “Diagrama de la estructura del edificio de la torre Latino Americana, en el que se puede apreciar su magnífica cimentación, en la que se asienta esta moderna construcción que es orgullo de la ingeniería moderna y que se levanta en la esquina de la Avenida Madero y San Juan de Letrán”, (el hoy Eje Central).

En otra foto, tomada por el fotoperiodista de apellido Zamudio, el diario dice. “El soberbio edificio (...) sigue erguido, después del macrosismo que azotó a la metrópoli la madrugada del domingo (...) sin haberse registrado en él el más mínimo desperfecto

Los animales del zoológico de Chapultepec

Hay una nota destacada de la época que hace referencia al comportamiento de los osos polares: “Afectó el Temblor a los Animales de Chapultepec”, dice la principal de la Segunda Parte del 30 de julio de 1957 en El Universal

El texto dice que sólo la oportuna intervención de veterinarios evitó mayor mal. La nota firmada por Moguel Y. dice que “Los animales selváticos, por un instinto muy agudo que heredaron de sus antecesores, presienten los fenómenos telúricos y meteorológicos con mucha anticipación y esto hace que tomen dispositivos para prevenirse de las calamidades que puedan sobrevenir”.

Al pie de una foto contigua, dice que en los polos, son raros los temblores, pero que cuando ocurren es “en serio” y los osos suelen lanzarse para pescar focas o lobos marinos. En Chapultepec, sólo se zambulleron en el agua.


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Foto de Nadia Sanders
Escrito por Nadia Sanders

Periodista de investigación radicada en Ciudad de México. Se autoadscribe como afrodescendiente. Trabajó en los diarios Reforma y El Centro y ha formado parte de medios digitales como CNN México, Reporte Índigo y La Lista. Es egresada de la UAM Xochimilco y de la Maestría en Periodismo sobre Políticas Públicas, en el CIDE. Ganó el Premio Roche de periodismo en salud en 2022.


X: sandersmx

  • Ricardo Reyes

    Excelente artículo de un capítulo de la historia de CDMX. Y que nos recuerda que la sismicidad es periódica y se tienen que aplicar estrictamente las normas de construcción, e incluso mejorarlas porque la posibilidad de sismos más fuertes es latente.
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