Crecí con un abuelo que ponía mucha atención en cuidar el dinero. El ahorro fue un pilar en mi infancia, no solo en términos de dinero, sino también en el uso de recursos como el agua y la energía eléctrica. Para mí, no era nada divertido estar todo el día apagando luces y cerrando el grifo, ni tampoco renunciar a cosas que en las familias de mis amigas eran normales. Sentía que eso me condenaba a no tener todo lo que deseaba.

Mi abuelo, que creció en el periodo posterior a la Revolución Mexicana y entre las dos guerras mundiales, sabía que hay tiempos en los que más vale estar preparados. Esa preparación fue la herencia que quiso dejarnos siempre. Y así lo hizo. Sin embargo, lo que no aprendí con él es que el ahorro no es suficiente: es fundamental dar un paso adelante hacia la inversión.

En Niñas 4.0. Criando mujeres para el futuro hablé con Vicka Tapia, especialista en educación financiera y compañera de este espacio, sobre cómo impulsar la educación financiera entre niñas y adolescentes, conscientes de que atender el tema económico es una condición clave para el empoderamiento de las mujeres.

Tapia subrayó que la educación financiera no se trata solo de conocer productos y servicios bancarios, sino de desarrollar una relación saludable y consciente con el dinero, un aspecto en el que aún tenemos un largo camino por recorrer. En Latinoamérica, por ejemplo, menos del 3% de la población invierte y solo el 6% cuenta con protección patrimonial a través de seguros. Esta situación afecta especialmente a las mujeres, quienes suelen tener menos oportunidades para acceder a educación financiera y tomar decisiones económicas informadas.

Estrategias para fomentar la educación financiera en casa

Tapia compartió algunas estrategias que pueden implementarse en casa para fomentar la educación financiera en niñas y niños. Aquí algunas de sus recomendaciones:

1. Crear un sistema de ahorro en casa con la regla del 80-20: 80% del dinero recibido debe destinarse a gastos y 20% al ahorro. Esto les enseña a priorizar necesidades y a desarrollar hábitos financieros saludables.
2. Cofinanciamiento de metas: si una niña desea comprar una bicicleta, por ejemplo, los padres pueden cubrir 50% del costo y motivarla a ahorrar la otra mitad. Esto no solo le brinda un sentido de logro, sino que también le ayuda a entender la importancia de la paciencia y la planificación.
3. Uso de instrumentos financieros para menores de edad: plataformas como CETES Niños y GBM permiten que niñas y niños comiencen a invertir con el apoyo de sus padres o tutores.

"No podemos seguir formando generaciones que dependan exclusivamente de un salario", me dijo Tapia en la conversación. Es importante enseñarles a diversificar sus opciones desde edades tempranas para que puedan tomar el control de su futuro. Involucrar a las niñas en decisiones financieras familiares, como planificar el presupuesto del hogar o administrar sus propios ahorros, puede fortalecer su confianza y prepararlas para la vida adulta.

Te invitamos a escuchar la entrevista completa en Spotify o a ver la divertida y práctica presentación que nos preparó Vicka Tapia para ayudar a chicas y chicos a aprender a manejar sus finanzas: Ver en YouTube.