El riesgo de adquirir un vehículo usado en México se ha convertido en un deporte extremo, donde delincuentes han aprovechado diversas estrategias para estafar a compradores y vendedores, generando pérdidas económicas significativas y afectando la confianza en el mercado automotriz.
En un país donde la compra-venta de autos usados se cuentan por millones, los riesgos reales se multiplican porque delincuentes emplean diversas tácticas para engañar a sus víctimas: cheques o transferencias electrónicas sin fondos, sitios webs falsos y ofertas en redes sociales fraudulentas.
Datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México revelan que cada año se reportan miles de fraudes relacionados con la compraventa de autos.
En plataformas digitales, donde la mayoría de estos acuerdos inician, la suplantación de identidad y los perfiles falsos son comunes. Aún más alarmante: muchos delitos no se denuncian por miedo, desconfianza o desconocimiento del proceso legal.
Lo primero que un comprador o vendedor se enfrentan es verificar cualquier fraude, por lo que a continuación mencionaré algunas recomendaciones: Evitar conocer el vehículo en domicilios particulares, abstenerse a realizar transacciones en la primera cita o dar adelantos, revisar la documentación y estatus legal del vehículo, así como verificar las condiciones físicas y mecánicas del coche.
A diferencia de los autos nuevos, los usados suelen venderse sin garantía, a menos que se adquieran en agencia, lo que deja al comprador desprotegido ante fallos posteriores. Si no eres conocedor de la mecánica de un coche, lo más conveniente, es llevar un mecánico de confianza para que realice una revisión completa de los frenos, la suspensión, luces, neumáticos y motor. No todo lo que brilla es oro.
Se deberá investigar el estado legal del vehículo a través de la página del Registro Público Vehicular (REPUVE) en su sitio web oficial, www.repuve.gob.mx y en la Secretaría de Finanzas de cada entidad donde se podrá consultar si el coche es robado o si cuenta con multas o pagos pendientes de tenencias. Igualmente, se deberá revisar su documentación legal: factura, tenencias pagadas del año fiscal en curso y todas las que ha acumulado desde que se adquirió, lo que permitirá detectar irregularidades en los documentos de propiedad o falsificaciones.
Una vez comprobado que el vehículo se encuentra en orden y a satisfacción de ambas partes, la transacción deberá realizarse en un lugar seguro y a la vista de los involucrados, preferiblemente en una institución bancaria. Una vez comprobado el pago se podrá entregar el vehículo y la factura endosada, así como también la tarjeta de circulación, comprobantes de tenencia o refrendo, verificación vehicular vigente, manuales, llaves y la copia del contrato firmado.
Es importante mencionar que se debe evitar el uso de efectivo. Lo más seguro es utilizar transferencias bancarias que son rastreables, seguras y que pueden verificarse en el momento de la transacción. Igualmente puede ser utilizados cheques certificados o de caja, cuya validez se deberá verificar en tiempo real en el banco.
Por último, es importante que el nuevo propietario acuda a la oficina de tránsito o registro vehicular a hacer el cambio de propietario y el vendedor notificar la venta ante el registro vehicular, incluso si el comprador aún no ha hecho el cambio, para evitar multas o responsabilidades posteriores.
Comprar o vender un auto en México no debe ser un “salto de fe”. Con información, precaución y diligencia, esta transacción puede ser tan segura como cualquier otra. Sin embargo, es prioritario que las autoridades locales y federales refuercen las medidas de seguridad para que los ciudadanos estén informados y tomen precauciones al realizar estas transacciones.
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