En la era digital, proteger nuestros datos personales se ha convertido en una necesidad urgente. Lo que compartimos —nuestro nombre, correo, ubicación, fotos y hábitos de consumo— puede ser usado, vendido o filtrado sin que nos demos cuenta.
Hoy, la pregunta clave es: ¿sabemos realmente a quién le estamos entregando nuestros datos y qué harán con ellos?
En México, el mercado negro de datos personales es un negocio que mueve millones de pesos. Por tan solo unos cientos de pesos, se puede acceder a información vital sobre ti, desde tu historial crediticio hasta tu CURP o dirección. Esta información es usada para cometer fraudes, suplantar identidades o extorsionar.
Y lo peor es que todo esto ocurre en silencio, mientras aceptamos sin leer los términos y condiciones de servicios digitales.
En marzo de 2025, se actualizó la legislación en materia de protección de datos personales, pero más allá de los cambios legales, lo realmente importante es que como ciudadanos asumamos una postura activa: informarnos, exigir transparencia sobre el uso de nuestros datos y aprender cómo protegerlos.
Proteger tus datos es tan esencial como cuidar tu cartera
El cuidado de nuestros datos no es solo responsabilidad de los abogados o especialistas. Es un hábito cotidiano, similar a proteger tu cartera. ¿Cómo hacerlo? Siguiendo estos consejos:
- Revisa los permisos de las aplicaciones que instalas.
- Evita compartir información sensible por medios inseguros como WhatsApp.
- No llenes formularios sin saber quién recibirá tus datos.
- Exige avisos de privacidad claros que te informen sobre el uso de tu información.
Muchos no saben que tienen derechos sobre sus datos. Puedes solicitar acceso a ellos, corregirlos y pedir que se eliminen si ya no son necesarios. Lo importante es conocer estos derechos y cómo ejercerlos.
¿Por qué debería importarte todo esto?
Porque mientras lees estas líneas, hay empresas y delincuentes recopilando información sobre ti. Si no sabes qué hacen con ella, otros pueden tomar decisiones sobre tu vida sin tu consentimiento. En mi experiencia, un cambio de mentalidad y de hábitos en las personas y las organizaciones puede hacer una gran diferencia. Proteger tus datos está a tu alcance y puede evitar consecuencias graves.
Porque al final, tus datos son tuyos. Pero solo si decides protegerlos.
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