En Tláhuac, específicamente en la calle Santiago Borraz, en la colonia Santa Cecilia; el proyecto Calaveras Gigantes se ha convertido en un emblema de la comunidad, fusionando tradición y creatividad para rendir homenaje a los difuntos.
El evento surgió hace varios años como una forma de conmemorar a los seres queridos que han partido, y cada año toma una nueva dimensión. “Todo empezó con unas pocas calaveras decorando las esquinas de las calles. Ahora, después de varios años, cada manzana contribuye con su toque único. Para nosotros, es un tributo a nuestros difuntos y un orgullo para nuestra comunidad”, comenta uno de los fundadores del colectivo.
La esencia de Calaveras Gigantes radica en la participación activa de los vecinos. Cada uno adorna su fachada con piezas que construyen con sus propias manos. La vendimia, que ofrece productos locales y comida tradicional, se ha vuelto un pilar fundamental para financiar los gastos del evento. “Aquí no tenemos patrocinadores grandes; lo hacemos con lo que tenemos y con lo que nos aporta la misma comunidad”, señala un participante.
Este año, la temática gira en torno a proyectos guiados a problemas sociales o a sucesos de desgracias naturales, como la escultura principal es Tláloc, es el Dios del Agua con una altura de 6 metros. Este año se especulaba una falta de agua en la CDMX por la falta de agua en las presas. Sin embargo, todo cambió. Las condicones climáticas provocaron inundaciones y, en algunos casos, personas damnificadas, sobre todo en el estado de Guerrero. Así fue que los vecinos decidieron hacer un homenaje luctuoso a los muertos por los huracanes “Otis” el año pasado y por “John” este año.
Aunque el evento atrae a cientos de visitantes, la comunidad se enfrenta a la falta de apoyo gubernamental. Recientemente, la pavimentación de las calles ha facilitado el tránsito de los asistentes, pero los organizadores enfatizaron que el evento es un esfuerzo independiente de los vecinos. “Nos sentimos orgullosos de decir que es nuestro esfuerzo el que lo hace posible”, asegura una vecina mientras organiza su puesto de comida.
Durante el evento, la comunidad también abre las puertas a la expresión artística. Este año, la convocatoria atrajo a compañías de danza y teatro, como la compañía Star Dance que se presentó. “Nos emociona compartir el escenario con tantas expresiones culturales y, a la vez, apoyar a los vecinos en esta celebración”, comenta un integrante de la compañía.
De la misma manera, el pasado 27 de octubre se tuvo la presentación de un libro titulado: “02.11 Día de Muertos”, escrito por Déborah Holtz por editorial Trilce que trata sobre la historia de esta festividad como una mezcla de mestizaje. En estas páginas se destacan las imágenes de esculturas de esta calle en años pasados.
A medida que el evento continúa creciendo, los organizadores tienen la mirada puesta en las futuras generaciones. “Queremos que los jóvenes sigan adelante con esta tradición. No solo es un evento, es nuestra forma de recordar y de mantener viva nuestra cultura”, concluye uno de los organizadores.
Calaveras Gigantes de Tláhuac no solo es una celebración del Día de Muertos, sino un testimonio de la resistencia y unidad de una comunidad que, a través de su esfuerzo conjunto, logra mantener vivas sus tradiciones y honrar a sus seres queridos.
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