La presidenta Claudia Sheinbaum celebró que la Pasión de Cristo de Iztapalapa fuera reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
“Es una actividad que lleva muchos años, la desarrolla un comité comunitario, los felicitamos a ellos que ponen mucho empeño a esta celebración, a Clara (Brugada) y a Diego Prieto que ayudó mucho como director del INAH a este reconocimiento que es muy importante para todos en Iztapalapa", dijo la mandataria.
"Antes de iniciar quisiera felicitar a los organizadores de Semana Santa de Iztapalapa, a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, que como Alcaldesa en su momento lo promovió, y a la actual Alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez", destacó la mandataria en su conferencia matutina.
“Un reconocimiento que honra la fe, la tradición y la identidad de un pueblo que año con año mueve el corazón de México. Felicidades, Iztapalapa. Este logro es de todas y todos", posteó la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, en su cuenta X.
Aleida Alavez, Alcaldesa de Iztapalapa, aseguró que este reconocimiento reconoce la entrega, el talento, la organización y la identidad de los barrios.
En un video subido a su red social destaca: “Celebro a quienes año con año, hacen posible que esta tradición siga creciendo y siga viva. El mundo reconoce lo que siempre hemos sabido: Iztapalapa es cultura, es una fuerza colectiva capaz de mantener viva nuestras raíces. A todas y todos a quienes han puesto su esfuerzo para preservar esta tradición, gracias”.
Por su parte, Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura del Gobierno de México, afirmó que es “un reconocimiento histórico que honra casi dos siglos de tradición, fe, identidad y organización comunitaria”.
“Es una tradición que ha sabido mantenerse viva a lo largo de generaciones, siempre desde la devoción y el compromiso colectivo… Un ejemplo vivo de cómo el patrimonio inmaterial une, inspira y fortalece a la comunidad”.
De acuerdo a la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, esta tradición comunitaria data de 1833, como una expresión de fe, identidad y cultura en Iztapalapa. Surgió como cumplimiento de una promesa al Señor de la Cuevita –imagen venerada en dicha demarcación–, luego de que la población superara una epidemia de cólera.
La representación inició en 1843, inspirada en el teatro evangelizador de tiempos virreinales y, desde entonces, se realiza cada año. La celebración comienza en diciembre, con los preparativos y la convocatoria a la comunidad. Participan los ocho barrios originarios de Iztapalapa: San Lucas, San Pedro, San Miguel, San Pablo, San Ignacio, San José, La Asunción y Santa Bárbara.
Las y los habitantes locales desempeñan un papel fundamental en la organización, al colaborar como actores, o bien, al participar en la ambientación, decoración y organización logística previa a la Semana Santa.


Fotos: UNESCO






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