LLa reunión vecinal con Gaby Osorio

Sobre Santa Úrsula Xitla, Tlalpan, he escrito mucho porque aquí me vine a vivir hace casi treinta años. En la actualidad la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI), bajo la titularidad de Nelly Antonia Juárez Audelo, declaró a Santa Úrsula Xitla pueblo originario, a pocos días de que Gaby Osorio, ya como candidata electa y “virtual” alcaldesa tuvo una reunión con vecinos de Santa Úrsula Xitla en el CEDIC de la Unidad Territorial (7-sep-2024). Cabe destacar que hace casi un año el director general de asuntos jurídicos y de gobierno (DAJ/Tlalpan), Aurelio Reyes García, funcionario de la panista Alfa González, mandó un oficio a la SEPI preguntándole si Santa Úrsula Xitla era pueblo originario o no a lo que obtuvo como respuesta que en Tlalpan sólo había ocho pueblos originarios, posteriormente mandó otro comunicado oficial preguntándole a la secretaría en cuestión que cómo le podían hacer para reconocer a la Unidad Territorial cómo pueblo y la respuesta que le dio la SEPI a Aurelio Reyes le fue negada a un ciudadano porque se estaría privilegiando un interés particular sobre el interés colectivo de un grupo social que deseaba ser reconocido como pueblo originario. Es decir, que todos quienes deseamos ser reconocidos como colonia, y en estricto sentido también somos un grupo social; también tenemos un interés colectivo, tenemos escrituras como colonia, prediales como colonia, drenaje como colonia; más otros servicios e identificaciones como la credencial para votar como colonia, somos potencialmente promotores de intereses particulares y nos podrá ser negado el derecho a la información desde la instancia correspondiente, con argucias de este tipo. ¿De esta manera se potenciará la transparencia con la desaparición del INAI a la que aludió recientemente la presidenta en una mañanera? Sería grave.

Si no nos gusta nos podemos ir a vivir a Polanco o a las Lomas, así lo comentó en un video la subdelegada Paulina Garibay y días más tarde con palabras misóginas le respondió en la página de facebook de la SEPI un individuo de perfil restringido a una vecina que le recordó a Gaby que en la reunión en el CEDIC estuvo de acuerdo –o al menos no se opuso cuando se lo solicité– en someter a consulta vinculante a los integrantes de la UT si deseábamos ser colonia o pueblo, en un espacio territorial que desde que dejó de ser rancho comenzó a poblarse a finales de los cuarenta, en torno a una capilla abandonada y sobre los costados de Insurgentes Sur una vez que se abrió la autopista México-Cuernavaca. Afirmo lo anterior con datos disponibles que se irán revelando a lo largo de varias entregas y desde diferentes áreas de conocimiento humanístico vinculadas en un entramado complejo como el de la sociedad chilanga actual.

Alfa trabajó para la causa morenista

La prisa de Alfa para que Santa Úrsula Xitla fuera declarado por la SEPI como pueblo, obedecía a la serie de irregularidades que estuvo cometiendo, como pasarle la administración del panteón de Santa Úrsula Xitla a la subdelegación. De nada sirvió la fracasada campaña reeleccionista de la maestra González por el MacPRIAN, quien resultó derrotada estrepitosamente por la también maestra Gaby Osorio lo que llevó a un puñado de vecinos a poner ridículas banderitas de luto en sus perfiles sociales. Coordinada o separadamente, creyendo que tenía el triunfo en el bolsillo, o como moneda de cambio para la entrega recepción que fue desastrosa, Alfa le allanó el camino a Gaby Osorio para el reconocimiento de la UT como pueblo originario.

Aquella reunión del 7 de septiembre, unos se sentían vinculados como parte de un pueblo originario, otros, yo incluido, como parte de una colonia y en ese contexto le pedimos ese reconocimiento a Gaby Osorio, también lo solicitamos para nuestros representantes, los llamados copacos. La virtual alcaldesa convino en referirse a la comunidad de Santa Úrsula Xitla e incluso le dio un diploma a una vecina como la pobladora con más antigüedad “de la colonia o pueblo de Santa Úrsula Xitla”. En esta frase se resume algo que llamo “ambigüedad originaria” convenientemente política, para cualquier delegado o alcaldesa desde Maricela Contreras Julián, delegada de Tlalpan de 2012-2015 con un interinato de Héctor Hugo Hernández Rodríguez en 2015 hasta la actualidad. La ambigüedad originaria le sirvió a Alfa para destinar recursos poco transparentes al entonces todavía no reconocido pueblo originario. En otras palabras, en esta Unidad Territorial como en otras votaciones recientes, más allá de los resultados generales de la alcaldía, el PAN siempre ha ganado. En algunos grupos de chat es muy penoso constatar las manchincuepas retóricas de muchos vecinos por exculpar al MacPRIAN como parte de la ambigüedad originaria. Ver algunas de sus participaciones como aquella de que todo sigue siendo culpa de “López” hasta otras que no pueden ocultar su racismo, es muy penoso. Esto no es un asunto exclusivo de partidos políticos ni se resolvió ni me temo que se resolverá en otra elección, total aquí últimamente siempre gana el PAN y hay unos muy intolerantes, como una vecina que estaba enfurecida porque en la pared exterior de mi casa puse una lona de Gaby Osorio. Sí, voté por ella, pero desde hace muchos años mis votos y los de algunos pocos ciudadanos no se agotan en la urna.

Pausa

Aquí hago un necesario paréntesis para desvincularme de todos los radicales e intolerantes del pueblo o la colonia que ejemplifiqué brevemente arriba pero que bien podrían ser tema de otro texto porque su radicalismo violento no contribuye a encontrar soluciones, ni vías de diálogo, sino a propiciar un clima de división que existe tanto al interior de quienes quieren ser pueblo, como al interior de quienes queremos ser colonia desde que comenzó a poblarse el territorio a mediados del siglo XX. Por ejemplo, un vecino me dijo por un privado de WhatsApp, eso te pasa por chairo, quiso ser irónico, pero en realidad actuó como un ciego que no pudo ver que Alfa y algunas diputadas como Daniela Álvarez se han beneficiado de esta, todavía, ambigüedad originaria. Entre los que amenazan al toque de las campanas de la iglesia cuando alguien les expresa un pensamiento distinto, hasta quienes dicen hasta el cansancio que ya somos una dictadura castro-chavista, los extremos se tocan. Y en ese río revuelto sólo ganan los pescadores.

Copacos

Los copacos son vecinos electos por habitantes de las Unidades Territoriales que fungen como portavoces de la Comisión de Participación Comunitaria, para atender problemas y necesidades de la comunidad y del Presupuesto Participativo, son cargos honoríficos y no reciben honorarios por su trabajo. Donde hay copacos no tiene por qué haber subdelegados de pueblos originarios, pero esa ambigüedad, en estricto sentido, también fue aprovechada por la actual presidenta Claudia Sheinbaum cuando fue electa como delegada para acordar con los auto reconocidos pobladores originarios –pocos en relación con la densidad poblacional y la superficie de la UT– la inevitable apertura de una plaza comercial, Patio Tlalpan, herencia funesta del mancerismo que le ha traído más perjuicios que beneficios a Santa Úrsula Xitla. Como corolario para éste y el párrafo anterior, vale decir que Maricela Contreras, en cuyo periodo avanzaron las construcciones de la plaza, pasó de perredista a morenista en 2017.

Gaby puso a la subdelegada a la par de los Copacos porque ella tenía perfectamente claro cuál era el mandato de Clara Brugada y muy probablemente de Claudia Sheinbaum. En una trivia durante su campaña o precampaña sobre su conocimiento geográfico de Tlalpan, a la pregunta de cuántos pueblos originarios tenía la alcaldía mencionó de volada los ocho hasta ese momento reconocidos por la SEPI, pero agregó tres más: Santa Úrsula Xitla, San Lorenzo Huipulco y Chimalcoyotl. Es decir que los once puntitos materializados en el logo ganador para la nueva alcaldía incluían a éstas tres Unidades Territoriales. Puedo equivocarme, pero para el caso de Santa Úrsula Xitla nunca abrió directamente su intención de gestionar a favor de esa conversión. Y aunque la SEPI hasta ahora no ha reconocido a los otros dos, ya suena el tic-tac.

De cómo se construye la historia

El contraste de imágenes con las que ilustré esta primera participación de una serie de entregas amerita una explicación. La primera imagen firmada por Emper Peña titulada “Ilustración de la Evangelización y llegada de la Virgen Santa Úrsula Mártir al Pueblo de Xitla Tochico” fue tomada de la página denominada Pueblo-santaursula.mex.tl, que, lo digo con respeto, no puede ser considerada como una fuente seria por un historiador del arte, una antropóloga o autoridades que respeten la profesionalidad para darle certeza a su trabajo o a sus decisiones jurídicas. La segunda imagen se llama Madonna Guadalupe, de la pintora Antonella Cappuccio nacida en el año de 1944. Todo quedaría en una anécdota de quién plagió primero, si no fuera porque parte de estas imágenes han sido presentadas como “pruebas” ante tribunales, secretarías e institutos de la CDMX y otras instancias de nivel federal y de eso se tiene constancia. Además de otros photoshopazos, se analizarán las apropiaciones culturales de glifos, códices y leyendas que nos remiten a otros pueblos que sí son originarios, lo que implica poner la mira en la interpretación geográfica de documentos tan básicos como el plano de Upsala o el de San Agustín de las Cuevas.

Tener esta postura como habitante de la zona, en calidad de observador participante, no me obliga a desconocer todo el esfuerzo de revisión de nuestra historia que se dio durante el mandato de AMLO y continúa con éste para reconciliarnos con nuestro pasado antes de la llegada de los conquistadores, somos herederos de civilizaciones ancestrales que se cruzaron hace más de 500 años con un régimen monárquico que cometió barbaries de las que se niegan a pedir disculpas cuando hasta el Vaticano lo hizo. A muchos pueblos vinculados con lenguas madre y culturas originarias se les debe proteger. Pero no apropiándonos de las identidades que los distinguen para fines politiqueros, y menos en un gobierno que tiene como premisa no mentir, no robar y no traicionar para acabar con la corrupción.