Hay quienes imaginan que la línea 7 del Metro se construyó, en el contexto de la Guerra Fría, para funcionar como un refugio ante el posible ataque de una bomba nuclear. Lo que sí parece una misión de guerra es salir a la superficie cuando las escaleras eléctricas no sirven.
Rocío Mendoza, una mujer de 79 años, padece de un bloqueo de rodilla que la obliga a usar una andadera como apoyo. Ella transita por la línea 7, la más profunda del Sistema de Transporte Colectivo Metro, unas tres veces por semana, en las que se enfrenta a la misión de salir a nivel de calle por su propio pie. Por eso suele acompañarse de su hija Soledad, de 56 años.
“Mi hija me tiene que acompañar a mis citas con el doctor por mi rodilla, para ayudarme a entrar y salir del Metro porque las escaleras eléctricas tienen más de un año sin funcionar, y me da miedo caerme y lastimarme más”, comenta Rocío.
La red de 12 líneas que tiene el Sistema de Transporte Colectivo Metro cuenta con 467 escaleras eléctricas, de las cuales 24 no funcionaban a mediados de 2023, cuando se anunció una inversión millonaria para comprar equipo nuevo.
De las que están fuera de funcionamiento, tres afectan a Barranca del Muerto, la terminal de la línea más profunda de la red, y deja a la condición física de las personas que viajan el reto de subir 152 escalones.
La construcción de la estación le hace honor a su nombre. Barranca del Muerto alcanza tal nivel por debajo del suelo, que cabe la monumental Biblioteca Vasconcelos, de 20 metros de altura y le sobra espacio.
Personas usuarias de la red del Metro han reclamado por más de un año la falta de servicio de las escaleras como pueden, en videos en Tiktok y otras publicaciones en redes sociales. Para este trabajo, se pidieron testimonios de viva voz en el lugar.
“Cada día, enfrentarme al metro de la Ciudad de México es un desafío monumental. Esta mañana, al llegar a la estación Barranca del Muerto, las escaleras eléctricas no funcionaban, como ocurre con demasiada frecuencia. No tenía más opción que pedir ayuda a los transeúntes para poder subir las escaleras”, comentó Alejandro.
Laura Núñez usa bastón para caminar, pero cada viaje en el Metro se convierte en una odisea. “Es desgastante y frustrante. Me esfuerzo cada día para mantener mi independencia, pero la falta de accesibilidad en el Metro lo hace casi imposible. No solo es un problema para mí, sino también para muchas otras personas con discapacidades o problemas de movilidad.”
En los primeros tres meses de este año, la Línea 7 tuvo una afluencia de 21 millones 732 mil 233 viajes. La terminal de Barranca del Muerto se encuentra en la conexión de dos de las avenidas más importantes en el surponiente de la ciudad: Barranca del Muerto y Periférico Sur.
La falta de mantenimiento al principal medio de transporte para las personas en la Ciudad de México ha sido un reclamo que se vuelve generalizado cada vez que hay un accidente.
“Existen escaleras con una antigüedad de hasta 38 años, cuando su vida útil, según parámetros internacionales, es de hasta 20 años, situación que dificulta su mantenimiento.” reconoció Fermín Ramírez Alonso, subgerente de Instalaciones Mecánicas y Vías del STC Metro, durante el anuncio de la compra de 55 escaleras eléctricas en 2020.
Para tratar de facilitar la movilidad a personas adultas mayores y quienes tienen algún tipo de discapacidad, en los últimos años se han instalado un total de 204 elevadores a nivel de calle, con una cobertura de una de cada tres estaciones de la red.
El Sistema de Transporte Colectivo Metro informó a EXPLORA CDMX que en la presente administración (2018-2024) se realizó la compra de 46 escaleras nuevas, para sustituir equipos obsoletos, con una inversión de 270 millones de pesos.
Adicionalmente, este año se sustituirán 18 escaleras, con una inversión de 151 millones de pesos.
Además de la antigüedad, otra de las principales causas por las que las escaleras eléctricas dejen de funcionar es por el efecto corrosivo de los orines de la gente. ¿Cómo lo hacen? No dieron detalles. Pero al filtrarse por las ranuras de los escalones plegadizos de metal, los fluidos humanos permanecen en el sistema mecánico hasta que se descomponen.
No hay evidencia de que el Metro pueda ser refugio ante un ataque nuclear, el enemigo parece estar dentro y no se pensó en el efecto corrosivo de los orines.
Al cierre de esta edición, las tres escaleras fuera de servicio de Barranca del Muerto se encuentran en sustitución y sin funcionar.
Fotografía: Abigail Rocha Hernández
Lupita Hdz
Lamentable, pero cierto! Perjudican a terceros y no es posible que no hagan nada por agilizar las reparaciones convenientes….Lupita Hdz
Lamentable, pero cierto! Perjudican a terceros y no es posible que no hagan nada por agilizar las reparaciones convenientes….Lupita Hdz
Lamentable, pero cierto! Perjudican a terceros y no es posible que no hagan nada por agilizar las reparaciones convenientes….