Hace unos meses me escribió mi amigo Fernando, me contó que había tenido un accidente que le había salvado la vida. Me contó que el evento no fue muy serio, pero a partir de entonces, comenzó a tener hemorragias que no se veían nada bien. Para descartar lesiones internas se hizo varios estudios y los médicos le detectaron un tumor.
Fernando se había sentido sano hasta entonces, no recuerdo que fumara, no parece tener enfermedades cardiovasculares, no bebe alcohol y no había ningún síntoma que le hiciera pensar que su vida estaba en riesgo.
“Yo tuve la bendición del accidente para darme cuenta. Me salvó la vida. Pero mucha gente podría estar a tiempo y no lo sabe porque es una enfermedad que no tiene síntomas perceptibles en las primeras etapas”, me dijo.
En México se detectaron casi 200 mil casos de cáncer en un año y se proyecta que para el 2030, dentro de seis años, habrá medio millón, 577 mil nuevos nuevos casos de cáncer, advierte Alma Ortíz Pellón, subdirectora general de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer.
Cada año se diagnostican alrededor de 195 mil 500 casos en sus diferentes tipos, de los cuales, el 46 por ciento fallece por esta causa, según datos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) de la Secretaría de Salud.
Ortíz Pellón explica que la mayor parte de los cánceres, entre el 70 por ciento y 80 por ciento de las personas, se detecta en etapas tardías.
“Hoy tampoco el cáncer es igual a muerte, depende mucho en qué etapa te diagnostiquen. Desafortunadamente se sigue diagnosticando tardíamente y se diagnostica tardíamente porque no tenemos educación en salud”, afirma Ortíz Pellón.
La Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer trabaja por la concientización en el público en general y la educación a personas que padecen cáncer, a cuidadores familiares y su entorno, así como a los médicos de primer nivel de atención y especialistas de todas las ramas, quienes pueden ayudar a llegar a un diagnóstico correcto ante distintos síntomas.
Lo que se piensa que es una gastritis que ha durado 15 años puede ser un cáncer de estómago; tener hemorragias rectales puede confundirse con amibiasis, cuando en realidad se puede deber a un cáncer colorrectal. “Las posibilidades de que se confunda tu enfermedad son altísimas. El médico de primer contacto y, más allá, el médico de primer nivel de atención, no está capacitado y no está pensando en cáncer y ese es el primer problema”, advierte.
En la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer saben que los médicos de primer contacto son clave para detectar a tiempo esta enfermedad. Por eso llevan a cabo campañas de concientización con este grupo de profesionales. También realizaron un sondeo entre pacientes para tener detalles de cómo llegaron a detectar el estado real de su salud, llegar a un diagnóstico y recibir tratamiento.
Conocieron el caso de una mujer gestante que acudió al consultorio de una farmacia porque presentaba varios moretones en su piel. La médica le indicó que era importante que se hiciera estudios de forma urgente y se los llevara el mismo día. Al ver los resultados, la canalizó con un especialista.
A los pocos días, el diagnóstico fue leucemia, pero gracias al diagnóstico oportuno, la mujer recibió tratamiento, hoy sigue bajo supervisión médica y ella y su bebé se encuentran juntas.
Si bien hay varios tipos y subtipos de cáncer, en México, el de mama, el de próstata, el colorrectal, de pulmón, hígado y estómago están en las primeras causas de muerte por tumor maligno, así como los cánceres hematológicos, como la leucemia.
Las infancias también deben tener un seguimiento de salud. Según datos delInegi, los tumores malignos son la segunda causa de muerte en infancias de 5 a 14 años.
Y en las personas de 15 a 24 años, los tumores malignos están entre las primeras cinco causas de muerte.
“La leucemia se diagnostica y se trata tarde en México y se maltrata porque no hay acceso para todos los pacientes, no hay suficientes médicos, no hay suficientes hospitales, no se compra suficiente medicamento. Entonces, hay una responsabilidad intrínseca a nosotros mismos de autogestión de nuestra salud”, expresa la activista en la lucha contra el cáncer.
Cuando Fernando me confió su caso, me dijo que cualquier persona debe hacerse una colonoscopía como prevención a partir de los 45 años, pero él no se la realizó a tiempo. Después del accidente y debido a las hemorragias, le practicaron análisis de sangre, pero no concluían el diagnóstico. Con la colonoscopía, una toma de muestras y un estudio patológico, ya no había dudas.
“Pienso que sí es importante generar interés en que la gente se haga pruebas. Porque hasta la fecha, después de mi tratamiento de radioterapia y lo que llevo de quimioterapia, no he presentado algún síntoma que indique que padezco lo que tengo. Es verdaderamente, una enfermedad silenciosa que solo cuando manifiesta los síntomas, ya se encuentra muy avanzada”, agregó Fernando.
¿Qué puedo hacer para cuidar mi salud?
Realizarte chequeos anuales tú y a tu familia, tales como:
Biometría hemática
Examen de orina
Química sanguínea
Tener una vida saludable
Cuidar tu alimentación
Hacer ejercicio
Tener un peso adecuado a tu estatura
Evitar fumar
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