El número de mujeres que deciden no tener hijos va en aumento en México, ya que hay una disminución en la fecundidad. Muchas de ellas, ejercen su autonomía productiva, pero aún enfrentan cuestionamientos sociales.
Úrsula, la Reina Malvada, Cruella y Madre Gothel: ¿Qué tienen en común estas mujeres? Aparte de su notable maldad y tendencia a la demencia: ninguna de ellas tiene hijos. ¿Eso significa que toda mujer que no quiera tener hijos es una villana? ¿O es más bien un prejuicio o un mandato de género disfrazado?
Datos del Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía del 2020 (INEGI) destacan que las mujeres mexicanas sólo tienen 1.9 hijos en promedio y en 2024 esta cifra disminuyó aún más a 1.6. En los años 60´s esta cifra alcanzaba 7 en promedio, especialmente en contextos no urbanos.
“La decisión de la no maternidad depende del contexto de cada mujer”,comentó Jocelyn Molina, experta en NoMo (Abreviatura en inglés de Not Mothers), término acuñado por primera vez por la psicóloga Jody Day para referirse a la decisión de las mujeres que no quisieron ser madres.
“Es más probable que una mujer que vive en un lugar urbano y con mayor nivel de educación decida no ser madre. En otros contextos, como en las comunidades indígenas, las mujeres no pueden tomar la decisión de no ser madres, pues siguen el rol social de la mujer”, destaca.
Jocelyn Molina es una mujer de 43 años, casada y sin hijos que se desempeña como maestra de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la UNAM, además de formar parte de grupo de Personas Orientadoras Comunitarias (POC) en la Coordinación de Género.
La maternidad para Jocelyn nunca fue algo que la inspirara, ya que desde que era niña cuidó a su hermano con parálisis cerebral, lo que le permitió ser consciente de lo que implica cuidar y la responsabilidad de tener a otro ser humano que depende tí. “Siempre se tiene que cuidar a alguien más, no se puede ser libre”, consideró.
Otro caso similar es el de Jessica García, una mujer que a sus 37 años, es arquitecta y tuvo la oportunidad de pasar parte de su vida profesional en España. A su regreso a México ha seguido ejerciendo su carrera, está casada y vive felizmente en un pequeño departamento en la Ciudad de México.
Cuando era más joven, a Jessica no le agradaban los niños, los consideraba groseros, inquietos y gritones, sencillamente no disfrutaba tener contacto con ellos. Eso causó que nunca soñara con tener hijos, desde pequeña su sueño fue estudiar, conocer lugares, y tal vez casarse. Sin embargo, los niños nunca entraron en la ecuación.
Aunque hoy en día esa percepción ha cambiado gracias al contacto que ha tenido con sus sobrinos, Jessica García tiene sus prioridades muy claras, y en este momento, la prioridad en su vida es su trabajo.
Por otro lado, está Gabriela “P” que por una enfermedad genética decidió no tener hijos ni casarse. Ella es una mujer de 57 años, profesional, reconocida en el campo de la justicia. “Me moriría de angustia si uno de mis hijos hubiera heredado la enfermedad”, señaló sin especificar más.
La socióloga especializada en temas de género, Selene Aldana, mencionó que esta tradición de la maternidad y la asociación de mujer-madre es un hecho. “Desde la época de los griegos ya había una representación de la mujer vasija, de una mujer cuyo valor es que su cuerpo va a ser el depósito de nuevos humanos, de nuevos soldados, de nuevos trabajadores”.
Alejandra Sotelo, es otro caso de mujeres que decidieron no tener hijos. Ella es una mujer de 22 años, estudiante universitaria y con el sueño de graduarse como licenciada en Relaciones Internacionales. Ella nunca ha sentido que se valide su decisión y considera que la edad es uno de los factores determinantes en esto.
“Al ser una mujer de 22 años se me quita mucha validez respecto a mis decisiones, pues las personas más grandes me ven muy chiquita y creen que puede cambiar mi perspectiva”.
Alejandra se ha enfrentado a múltiples frases que minimizan su decisión y la hacen sentir mal. Sin embargo, asegura que la terapia y sus clases de violencias contra las mujeres la han ayudado a superar estas barreras que su entorno le pone al manifestarse en contra de la maternidad como su proyecto de vida, pues ella desde siempre ha tenido otras inquietudes como viajar y estudiar.
¿Porqué hay mujeres que deciden no ser madres?
La decisión de no tener hijos puede estar condicionada por diferentes causas, una de ellas, por influencias de terceros o las experiencias de otras mujeres cercanas que hayan vivido los procesos de criar a un hijo o la depresión posparto. Temas, aunque usted no lo crea, que pueden ser decisivas a la hora de considerar tener hijos o no.
Tal es el caso de Gabriela “P”, quien ha llegado a pensar en varias ocasiones la “suerte” de no tener hijos, ya sea para no lidiar con un problema de salud, pasar por una crisis tras dar a luz o “aguantar” un hijo adolescente.
Hay otras mujeres que piensan que para tener hijos deben someterse a tratamientos especializados de fecunddidad que provocarán estragos en su salud, y deciden no continuar.
A Jessica no le interesó tener hijos porque implicaba que dispusiera de toda su atención, su tiempo y su dinero, y eso es algo que no está dispuesta hacer.
Además, Jessica García no se ve preparada para ser madre. No sólo por no querer dejar su trabajo, sino que en temas patrimoniales siente que su departamento no es el espacio adecuado para que un niño crezca y se desarrolle.
Al igual que Gabriela “P”, Jessica teme que su hijo pueda nacer con alguna enfermedad o padecimiento. Por otro lado, tampoco quiere ver perjudicada su propia salud, pues un embarazo siempre es complicado, más cuando la edad de los 40 años se acerca rápidamente.
Jessica sabe que tener un hijo puede traer grandes alegrías para la vida de una mujer, pero el costo que se debe pagar es alto, y los sacrificios que deben hacerse son muchos.
Quizás en algún momento las mujeres NoMo sí pensaron en la posibilidad de tener hijos, pero al analizar su entorno, su economía, su pareja o falta de un compañero o sus condiciones laborales y familiares, decidieron que no era el momento adecuado.
Sin embargo, al ejercer su autonomía reproductiva, las NoMoms logran una mayor libertad para enfocarse en sus proyectos profesionales, intereses personales y desarrollo personal.
Al no tener hijos, las mujeres NoMo pueden disfrutar de un estilo de vida más flexible, con mayor capacidad para viajar, estudiar, trabajar y dedicarse a actividades que les apasionen.
De acuerdo con Jocelyn Molina, especialista en el tema de NoMo, la no maternidad está asociada con un mayor bienestar emocional al evitar posibles tensiones, estrés y responsabilidades asociadas con la crianza de hijos.
“El deseo de ser madre no brota de repente, se construye a partir de los aspectos culturales, la historia específica, la subjetividad y la capacidad o habilidad con que se percibe cada mujer, y por supuesto, del apoyo real con que cuenta para tal responsabilidad.
“Como ya se planteó, entre más educación y preparación profesional tienen las mujeres, menos hijos llegan a tener”, consideró la especialista en NoMo.
LA CARGA PERSONAL DE LAS NOMO
En México aún prevalece el discurso de que lo mejor que le puede pasar a una mujer es tener hijos.
El abanico de repercusiones que interpelan a las NoMo es amplio y abarca desde los mandatos sociales, la imposición de roles de género, los prejuicios, señalamientos y hasta agresiones entendidas como comentarios agresivos o presiones.
Jocelyn Molina explicó que en la cultura mexicana hay un arquetipo femenino ligado a los cuidados, una construcción de la feminidad que se nos impone desde la niñez utilizando a los juegos (de muñecas, bebés de juguete, jugar a la familia o a la cocina) y audiovisuales, en donde la mujer que no tiene hijos es la villana y cruel, mientras que, quien tiene hijos es amable, cariñosa, amorosa y bondadosa. Y se crean estas narrativas para convertir a las niñas en madres.
“Estos juegos, poco a poco se convierten en un mandato social, el de “la mujer realizada”. Primero se les presionan a que se casen, y si esto pasa, inmediatamente se espera que se embaracen, y no sólo de un hijo, sino que es común que se espere que tengan más y de no hacerlo se enfrentan al escrutinio de la sociedad”, consideró.
La decisión de no ser madre es un proceso difícil, ya que las mujeres se enfrentan a ser llamadas egoístas, inmaduras o incompletas por su círculo social. Si tienen pareja, llegan a cuestionar sus matrimonios cuando no consideran la opción de tener hijos. También les dicen que si no tienen hijos, en la vejez se quedarán solas.
En palabras de Jocelyn: “Te consideran egoísta, irresponsable, ¿Por qué te casas si no vas a tener hijos? la sociedad no puede entender que ahora hay mujeres que no quieren tener hijos”.
Selene Aldana, sociológca especializada en género, comentó que la religión puede ser un factor determinante.“El no ser mamá, no es una condición de vulnerabilidad. Más bien puede serlo cuando está atravesada por condiciones de clase, religión, geopolíticas, entre otras”.
La universitaria Alejandra no ha recibido apoyo, ya que sus tías la cuestionan sobre su decisión y le dicen que se quedará sola si no tiene hijos. Sin embargo, con sus previos conocimientos en psicología y roles de género, menciona que todo comienza desde los juegos, porque a los niños siempre les dan juguetes para crear aventuras o explorar y “a nosotras nos dan muñecas, bebés o la típica cocina, y creo que desde ahí viene el que no se acepte mi decisión de no querer tener hijos”.
Igualmente , el panorama de la arquitecta Jessica García no es tan amable, ya que ha enfrentado duras críticas a su plan de vida, pues se le ha acusado de egoísta porque hay muchas personas que quieren tener hijos y no pueden lograrlo por temas de salud, mientras que ella y su pareja no “aprovechan” la fertilidad que tienen para traer niños a este mundo.
Aunque este tipo de comentarios le han lastimado, Jessica ha podido darse
cuenta de que el hecho de que otras mujeres no puedan tener hijos, no significa que ella esté obligada a tenerlos, pues es su vida, es su camino, y nadie más que ella, puede decidir lo que quiere y no quiere hacer con su cuerpo.
Para la sociológa Selene Aldana, es importante dar información a la población sobre su derechos reproductivos, por lo que consideró urgente abrir espacios de diálogo, tanto en el sector salud y educativo en México.
¿Y tú, que piensas sobre este tema?
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