A pesar de no ser silencioso, el ruido es una amenaza a la salud que en ocasiones no es percibida por la población e incluso es subestimada, sin embargo, hoy es catalogada como un contaminante que puede llegar a provocar daños graves tanto a la salud como al medio ambiente.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la Ciudad de México es la octava localidad más ruidosa a nivel mundial; ejemplo de ello es que sus habitantes suelen estar expuestos a volúmenes superiores a los 100 decibeles, cuando lo recomendable son 55.
La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial reportó que, durante 2023, las denuncias ciudadanas en materia de ruido se concentraron en tres alcaldías: Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Benito Juárez, las cuales compilaron el 59 por ciento del total recibido.
Actualmente, después del aire, el ruido es el segundo contaminante que más afecta a las personas en las metrópolis, según estudios, una exposición prolongada al bullicio puede causar tanto problemas de salud auditivos como enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo, trastornos del sueño y de aprendizaje.
Una de las principales fuentes de contaminación por ruido en la Ciudad de México es el transporte motorizado, especialmente los automóviles, motocicletas y camiones. La falta de infraestructura peatonal y la priorización del tráfico vehicular también contribuyen al problema.
Sin embargo, hay soluciones que pueden ayudar a reducir la contaminación por ruido en la ciudad, una de ellas es la implementación de políticas de transporte sostenible, como la promoción del uso de bicicletas y la creación de corredores peatonales. También es importante mejorar la infraestructura peatonal y reducir la velocidad de los vehículos en áreas urbanas.
Algunos ejemplos de políticas y acciones que se han implementado en la Ciudad de México para reducir la contaminación por ruido incluyen:
- La creación de corredores peatonales en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
- La implementación de políticas de transporte sostenible, como la promoción del uso de bicicletas.
- La mejora de la infraestructura peatonal y la reducción de la velocidad de los vehículos en áreas urbanas.
Asimismo, existen disposiciones jurídicas que señalan infracciones en caso de incumplimiento que van de multas por 11 a 10,000 Unidades de Cuenta de la Ciudad de México, hasta la clausura temporal o definitiva, parcial o total de las fuentes contaminantes, de las obras y actividades, así como de las instalaciones en que se desarrollen los hechos que den lugar a la imposición de sanciones.
Es importante destacar que la reducción de la contaminación por ruido en la Ciudad de México requiere un enfoque integral que involucre a los gobiernos, la sociedad civil y los ciudadanos en general. Es necesario trabajar juntos para crear un entorno urbano más sostenible y saludable para todos.
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