Hay que hablar de lo que no se dice del cáncer: una historia de fortaleza

7
Alma G. Yáñez VillanuevaFoto de
16 de noviembre 2025
  • Freepik

No hay una forma sencilla de contar lo que significa enfrentar el cáncer de mama. A veces se habla de lucha, de victoria, de esperanza… pero hay silencios más profundos que las palabras, y en esos silencios he aprendido tanto como en los días de quimioterapia o en las noches sin sueño.

En días pasados fue el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, escribo no para repetir lo que ya se dice, sino para hablar de lo que casi nunca se muestra.

Porque sinceramente, me incomodan las campañas rosas. Esa marea de frases bonitas, de sonrisas perfectas y listones que, aunque nacen con buena intención, no siempre reflejan lo que realmente vivimos los pacientes oncológicos.

El cáncer no es color de rosa. Es miedo, cansancio, incertidumbre, cicatrices, y también una lucha constante por seguir siendo uno mismo en medio del caos.

Mi historia no empezó el día del diagnóstico. Empezó mucho antes, en la mujer que era, en la que creía tener el control de su vida. Pero ese día, el mundo se detuvo. Y desde entonces, cada respiración ha sido un acto de resistencia.

He tenido momentos de luz: las risas con mi familia, las manos que no me soltaron cuando sentí que el miedo me comía viva, los mensajes, las oraciones, los abrazos silenciosos que me recordaban que no estaba sola. He sentido una gratitud inmensa por cada gesto, por cada mirada que me sostuvo cuando mis fuerzas flaqueaban.

Sigo pasando por altas y bajas. Por días en los que la gratitud me llena el alma y otros en los que apenas puedo con el peso del cansancio. Y entonces aparece él. Mi fuerza más grande. Mi hijo. Él es mi motivo, mi ancla, mi impulso para levantarme incluso cuando el miedo pesa más que el aire. Cuando pienso en rendirme, lo miro y recuerdo por qué sigo aquí.

Pero también hay un “después” del que poco se habla. Ese después en el que el cuerpo cambia, la mente se cansa y el alma trata de encontrar sentido a lo que vivió. No todo es celebración. Hay días de vacío, de enojo, de tristeza profunda. Y eso también es parte de sanar.

Y cuando la enfermedad vuelve, cuando la palabra “reincidencia” aparece otra vez en los labios de un médico, se rompe algo. No es solo miedo; es la sensación de tener que volver a empezar desde un punto más cansado. De mirarte al espejo y preguntarte cuántas veces más tendrás que reconstruirte.

A veces lloro. A veces me enojo. Pero cada mañana me levanto. Aunque duela. Aunque me cueste. Porque sigo aquí.

Porque tengo una familia que me ama, amigos que me levantan cuando tropiezo, y una fe que, aunque tambalee, no se extingue.

Vivir con cáncer -vivir después del cáncer- es aprender que la fortaleza no siempre se ve como en las películas. A veces se parece más a una mujer despeinada, con ojeras, pero con el corazón firme, que decide intentarlo un día más.

Este camino no me ha quitado la esperanza. Me ha enseñado a mirar la vida con otros ojos, a honrar el presente, a agradecer los días buenos y a perdonarme en los malos.

Hoy no quiero pintar de rosa mi historia. Quiero pintarla con todos sus tonos: los grises del cansancio, los negros del miedo, pero también los dorados de la gratitud y los rojos de la vida que late fuerte, incluso entre cicatrices.

Escribo esto para recordarme -y recordarles- que detrás de cada listón hay una historia real, con dolor, pero también con una fortaleza inmensa. Y que, aunque no siempre sonriamos, seguimos aquí. Resistiendo. Viviendo. Amando.

Hoy escribo esto no para inspirar, sino para recordar -a ti, a mí, a quienes caminan conmigo- que la vida, incluso entre cicatrices, sigue teniendo una belleza inmensa.

No somos solo una campaña rosa: somos historias vivas, llenas de fuerza, amor y verdad


El contenido de este texto es responsabilidad de la persona que lo escribe.
- - -

Ingresa tus datos para emitir tu voto.

Este campo es requerido
Este campo es requerido
  • cáncer
  • cáncer de mama
  • miedo
  • dolor
  • fortaleza
  • Día mundial vs el cáncer
  • rosa
Foto de
Escrito por Alma G. Yáñez Villanueva

Alma es periodista mexicana con experiencia en el sector asegurador, además ha cubierto temas de turismo, moda y salud. Actualmente enfrenta por segunda ocasión un cáncer de mama, experiencia que ha marcado profundamente su visión de vida y la ha motivado a escribir desde la honestidad, la resiliencia y la fortaleza, buscando poner en palabras aquello que muchas mujeres viven en silencio y que resulta difícil expresar sobre la experiencia de vivir -y resistir- el cáncer.


No existen comentarios.
¡Sé el primero en comentar!
Este campo es requerido
Este campo es requerido
Este campo es requerido