Abeja Tattoo, su nombre en el gremio del tatuaje, se sintió atraído por este oficio hace unos 15 años. Cuando Benjamín Acevedo era muy joven prendió en un estudio punk en el Centro Histórico.

Abeja platicó con Explora CDMX sobre su experiencia en el mundo del tatuaje y sobre la evolución que ha visto en el oficio en México: la especialización, la regulación, los avances en la calidad de las máquinas y las tintas y también de quiénes deciden hoy tatuarse.

El inicio

A mí me tocó como una trayectoria como complicada o tiempos diferentes, fue hace  15 años y desde que agarré mi primer equipo de tatuar son 12 años, y ya dedicándome de lleno al tatuaje, llevo como seis  años a tiempo completo.

Tu primer tatuaje

El que me hicieron fue un calendario azteca en la espalda a los 17 añitos

Ser aprendiz

Me tocó aprender en un estudio donde había muchos punks. A mí me tocó ver esa parte de rebeldía que no importaba que fuera un tatuaje bonito, sino que fuera estético, que comunicara algo. Simplemente pues tú loa traes por ser rebelde.

El estudio se llamaba A Toda Madre Tattoo y estaba en el centro. Era extremadamente punk.

Hay un artista que tiene mucho nombre aquí en México se llama Federico Ruiz yo con él, estuve un un cierto tiempo ayudándole, aprendiendo. La forma en la que él enseñaba... me decía: "siéntate y observa". Como eran esos maestros de antaño y en el estudio me ponían a limpiar la fiesta y a ti te daban un madrazo como esos maestros que te aventaban el borrador, así eran esos güeyes.

Hoy en día cambia. No hay por qué hacer eso. Como dice Cristina Pachecói: así nos tocó vivir. No tengo problema alguno, más bien, agradezco lo que el día de hoy hago y dónde estoy.

¿Qué representaba tener un tatuaje?

Anteriormente, el tatuaje era como un sinónimo de rebelde. Hoy en día es más como una moda, pero anteriormente era un símbolo de rebelde. La historia del tatuaje en México, si lo vemos en ubicación geográfica, pues sale de las cárceles, ¿no? ¿Qué decían? Que una persona que traía tatuajes estaba en la cárcel y traía enfermedades, porque no había alguna norma de higiene en las cárceles, se hacía todo con la misma aguja, misma tinta para quién sabe cuántas personas. Es donde se crea el tabú de 'no puedes donar sangre'. Antes era la hepatitis y todo ese tipo de enfermedades.

Tatuaje como oficio

A mí me tocó verlo como un oficio, más allá de como una profesión. Era como si fuera un zapatero, alguien que buscaba algún medio de sobrevivir que veía el tatuaje como algo innovador en aquel tiempo. También porque me tocó ver gente que traía la idea de Europa, de Estados Unidos porque México se tarda mucho en llegar, anteriormente el internet no estaba tan abierto.

¿Cómo llega la tendencia del tatuaje a México?

Aquí empezamos con revistas europeas de convenciones donde ya estaban haciendo cosas magníficas y decíamos: ¿cómo le habrán hecho?

Como antes no era tan popular y las prácticas se hacían en las cárceles, pues lo tenían como muy restringido. Entonces, sí había tatuajes muy rústicos, quiero tal vez llamarles, así que no tenían como el profesionalismo. Entonces, el sector salud no los pelaba. Y los que ya tienen un buen trabajo, pues era porque venían del otro lado.

¿Cómo empieza a regular el gobierno la realización de tatuajes?

Antes abrir un estudio de tatuajes era como abrir una tienda de abarrotes. Hoy en día ya hay ciertos requisitos.

Un tatuador debe de saber primeros auxilios, debe de conocer cómo se manejan los residuos biológicos, debe de saber cómo se esteriliza el equipo, debes de mantener un área limpia, un área estéril, tener los cuidados de que no son áreas para niños porque pueden ser muy sensibles a ciertas enfermedades todavía.

Nosotros hacemos una investigación previa, una plática con el cliente para ver sus antecedentes, si tiene diabetes y cómo es su proceso de cicatrización.

Al final es que el tatuaje es una herida. Entonces, pues ¿cómo vas a reaccionar?

La realidad es que el sector salud te da una hoja, igual la Cofepris, que tienes que llenar, como un registro y el uso de suelo, etcétera.

Todos  esos formatos se van llenando y se entregan para cuando llega a ver una revisión o, si tienes algún inconveniente tal vez con ciertos clientes, se lleva un pequeño inventario.

Muchos no lo hacen aquí porque eso se hace en el extranjero. Pocos estudios son los que realmente se están regularizando bien.

Cuidados con lunares

Nosotros trabajamos con la piel. Entonces, necesitamos conocer desde que la piel está reseca, que la dermatitis, a veces hasta la sobrehidratación. Si vemos un lunar, vemos la forma, pues se le recomienda que lo revise con una parte médica para ver si es óptimo para que podamos tatuar razón.

¿Tatuador vs dermatologo?

Un dermatólogo, por sugerencia, siempre te va a decir "no te tatúes porque no sabes el daño que te va a hacer a la piel" Y volvemos a lo que te comenté, por lo regular, el tatuaje es un sinónimo de rebeldía y, al igual hoy en día, ya también es una moda. Una parte del dermatólogo, que cuida, que ve que tu piel sea perfecta, que sea tersa, que te la cuide, que que te ayuda a proteger hasta del sol. Entonces, pues vemos como a esa contraparte. No estamos como tan peleados, pero pues cada uno tiene diferentes puntos de vista. Hay como una pequeña controversia.

¿Hay un perfil de la persona que se tatúa?

No hay ya un perfil marcado. Ya hay un sinfín de estilos. Te hablaban de los japoneses, del blackwork. Estos son pocos de los muchos que hay. Hoy en día la gente como de unos 50 hasta 65 años está empezando a invertir, gente que ya es más madura, que ya tiene más conciencia, que ya sabe qué es lo que quiere o vivió o hizo y tiene la solvencia de hacerse un tatuaje. Hay que entender que el tatuaje es como un pequeño lujo.

El precio de un tatuaje

El promedio básico mínimo de un buen estudio es desde unos mil 500, un trabajo muy pequeño, hasta sesiones de unos 10mil, 12 mil, 15 mil pesos. Puede ser por los proyectos, depende mucho. Nosotros evaluamos la piel, evaluamos el tamaño, evaluamos el tiempo, también nuestros materiales. La mayoría de lo que nosotros traemos es importado.

Los materiales

Los materiales del tatuaje son como los teléfonos, cada seis meses ya están saliendo en otro lado, otros están compitiendo ya es una industria muy competitiva. Yo ahorita estoy ocupando una tinta que que es italiana. Y él (uno de sus colegas) está ocupando una tinta que es americana. El detalle de México es que por las normas de la FDA (Food and Drug Administration, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) no todo el material alcanza a entrar. Hay materiales de excelencia, pero en el Reino Unido el etiquetado es muy básico y aquí no entra, se queda en la aduana, no logra pasar. Nosotros estamos como expuestos a lo que podría pasar o a que cumpla las normas en México.

La evolución del tatuaje

Hace un par de años se ocupaba cierto tipo de máquinas, y hoy se ocupa otro tipo de máquinas, se busca ser cada vez menos agresivo con la piel y lograr mayor permanencia , una mejor cicatrización. Nosotros vivimos y dependemos del cliente. Buscamos tener esa guía, esa empatía, ese buen trabajo y hoy en día la inteligencia artificial también está haciendo un pues su granito de ayuda y a veces la competencia. Yo creo que el factor humano es lo más importante para la parte del tatuaje, pero pues hay que ocupar los medios que nos dan. Esto va a seguir evolucionando.

El estilo personal

Tenemos ya un pequeño sello, algo que nos caracteriza y también nos retroalimentamos.

Un lienzo vivo

Para nosotros es un lienzo vivo, hay la parte artística, pero también es un trabajo en equipo, hay muchos personas que dicen: "hazme lo que quieras, confío plenamente en tu trabajo". Es gente que ya se educó, que se investigó, que conoció, que vio una trayectoria y dice: "lo que hace este muchacho, para mí es un trabajo fenomenal, me identifico con él"  Y eso es llegar a ese punto, es algo bien wow. O hacer que gente desde otros lados del mundo viaje hasta tu lugar y diga: "yo quiero algo tuyo". Tu trabajo solito habla y solito se va a reconocer, el factor como humano es lo que te deja ese sello, ya no tienes tú que ponerle un nombre.