Desde 2019, en la Ciudad de México se han levantado y creado en diversas áreas, muros o espacios verdes, mejor conocidos como bardas vivas, las cuales hoy forman parte de una importante estrategia de revegetación para la entidad, una de las zonas con mayor contaminación en el país.
Hasta el momento, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX se han construido más de 790.28 metros lineales de dichas paredes en alcaldías como la Gustavo A. Madero, Tláhuac, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Tlalpan, Cuauhtémoc, Iztacalco, Tláhuac y Xochimilco.
Lo anterior, sin duda, es un proyecto importante de conservación y fundamental para garantizar la supervivencia de especies, para mantener el equilibrio ecológico de la ciudad y, al mismo tiempo, para brindar beneficios a la calidad de vida y salud de quienes habitan la metrópoli.
Este tipo de proyectos ayuda a incrementar el número de áreas verdes por habitante, el cual, en la Ciudad de México el año pasado de acuerdo con cálculos oficiales fue de 19.4 metros cuadrados por persona.
Se trata básicamente de jardines en paredes que cuentan con un sistema de auto regado para lograr que las plantas siempre se mantengan con vida. Este prototipo de nuevas áreas verdes, además de contribuir a la creación de más espacios con vegetación y mejora la imagen urbana, proporciona servicios ambientales para la sociedad, disminuye contaminantes de la atmósfera, minimiza efectos del cambio climático, amortigua los niveles de ruido y regula la temperatura.
Para las bardas vivas, se utilizan plantas y arbustos, en su mayoría, especies trepadoras y enredaderas para crear estructuras naturales. Para este modelo de revegetación urbana en la CDMX se han utilizado más de mil variedades, entre las que se encuentran lantana, lavanda y romero.
Con este proyecto se han creado en la ciudad bardas en zonas como Zacatenco, el Área Natural Protegida Sierra de Guadalupe; en las estaciones del Metrobús Canal de San Juan y Nicolás Bravo, el plantel San Lorenzo Tezonco de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y el parque Los Arneses, el Parque Lúdico Macondo y en la Escuela Secundaria Número 46 “José Vasconcelos”, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Aunque las bardas vivas son relativamente un invento nuevo, existen diseños similares utilizados en diferentes etapas de la historia. Actualmente lugares como Barcelona y ciudades en Francia cuentan con proyectos importantes con este tipo de bardas.
En resumen, las bardas vivas son una alternativa no sólo para mantener armonía con la naturaleza, también para recibir beneficios ambientales, sociales y a la salud.
¡Se el primero en comentar!