Imagina que has criado a una hija o hijo durante, digamos, 11 o 12 años; más o menos conoces cómo expresa sus sentimientos, pero un día te despiertas y… está en tu casa alguien que es mitad familiar y mitad un completo desconocido y, lo más difícil, nunca sabes cuál de los dos te va a tocar ese día.
Acompañar y educar a adolescentes tiene como primer reto que son personas en formación, que está dejando atrás a la pequeña o pequeño que ya conocías. Ahí tienes que poner todas tus herramientas y adquirir unas nuevas para acompañarlos en un proceso fundamental que les ayudará a triunfar, pero, sobre todo, a salir adelante en situaciones difíciles: la formación de autoimagen y autoestima en un mundo complejo donde constantemente están siendo comparados con decenas y cientos de personas y los estándares están más que presentes en las discusiones diarias.
“ Antes, no compartías las fotos que tomabas, pero además, ¿qué punto de comparación tenías?... tu escuela y hasta ahí. Hoy, tu punto de comparación en una red social, con las fotos que subes o que subirán otros, es exponencial. Y eso tiene que ver con la formación de la identidad, del autoestima, justo en un momento (como la adolescencia) en el que tu apariencia física es tan importante”, afirma la terapeuta Yolanda Badillo.
En Niñas 4.0, Criando Mujeres para el Futuro, platicamos con Badillo sobre los mejores caminos para trabajar en la autoestima y, al mismo tiempo, mantener un diálogo con las y los adolescentes. Aquí siete hacks en temas de autoimagen para toda #mamá, #papá o #cuidador que conviva con adolescentes:
- Mantén la calma y la paz
Paciencia y perseverancia son claves cuando los adolescentes presentan conductas retadoras. Mentir, engañar y mostrar miedos profundos, son algunas señales de alerta que las madres y padres deben observar atentamente, pero siempre manteniendo la calma.
- Cuida de ti mismo
Es vital que las madres y los padres tengan sus propios espacios de desahogo y diálogo, ya sea mediante terapia o conversando con amigos cercanos. Esta etapa requiere nivel de madurez emocional importante, de lo contrario puede volverse muy complicada.
- Aumenta los momentos libres de dispositivos electrónicos
Desde la infancia, las chicas y los chicos deben aprender a hacer más amigos y a vivir más las experiencias, más allá de las pantallas. Es importante que tengan más vida física. Esto va desde los espacios en casa, como durante las comidas o antes de dormir, cuando se suspenden los dispositivos electrónicos para fomentar el contacto visual y la interacción cara a cara, hasta actividades sociales.
- Mantén una comunicación más empática
Acércate a tu adolescente de manera empática, expresando preocupación genuina por sus sentimientos y conductas para detectar cuando éstas necesitan una atención profesional.
Es necesario encontrar qué le gusta al adolescente y conversar con ellos sobre eso, porque ahí se abre una ventana para tener conversaciones más profundas.
- Fomenta su independencia
Evita la sobreprotección y trabaja en la independencia de tu adolescente, ayudándolos a desarrollar habilidades importantes para la vida. Es de gran apoyo que puedan tener una actividad que disfruten fuera de la escuela.
- Presenta la terapia como herramienta de vida
Presenta la terapia no como una señal de que algo anda mal, sino como una oportunidad para adquirir herramientas emocionales. También es importante enseñar desde edades tempranas que existen herramientas que pueden ayudar en momentos complejos.
- Recuerda que es un periodo de crecimiento
A las y los adolescentes, contrario a la creencia popular, no les falta nada, solamente están dejando de ser la niña o niño que eran, para convertirse en un adulto diferente. Ten eso en mente al momento de conversar con ellas y ellos.
Te invitamos a escuchar la conversación completa en:
https://open.spotify.com/episode/7dTdd45fWraGCNgvox35so?si=c455624b8d22461b
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