Parece que la música llega a tu vida y no la puedes dejar. Al menos eso comparten integrantes de la Orquesta Sinfónica Infantil de México, quienes dieron este domingo el concierto de clausura de la gira 2024 en el Palacio de Bellas Artes.
Diana Silvana Fuentes Ramírez, de 17 años, tocó este domingo por primera vez en el recinto cultural más importante de México. La instrumentista sintió atracción por la música desde los 4 años y a la edad de 9 su mamá la inscribió a clases de violín en Escuelas para la Vida en el Bosque de Tláhuac, un programa impulsado por su alcaldía.
Mientras está con su traje de gala y sus tennis tipo Converse horas antes del concierto, recuerda que comenzó a gustarle el violín por influencia de su hermano mayor, quien solía poner discos de música clásica. A ella le encanta ese género, pero también disfruta tocar rolas de Lindsey Stirling, una violinista y bailarina de música pop.
Explica con risas que se va a cambiar los tennis cuando esté en Bellas Artes y en medio de la charla, comenta que su hermano falleció a los 17 años debido a cáncer de pulmón. Su amor por la música lo une a él.
Foto: Frack/Fomento Musical
Este es su primer año en la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM), pero ha participado en otros proyectos de orquestas juveniles. La joven ya estudia el nivel medio superior en la Escuela Superior de Música y sueña con dedicar su vida a este arte.
En el mismo grupo de violines primeros, participa Chelsea Aimee Luna Durán, de 17 años, originaria de León, Guanajuato. Ella toca profesionalmente en un mariachi, pero igual disfruta de la música clásica.
“Mi papá es músico y casi toda la familia de mi papá son músicos y pues de ahí me surgió el gusto”, comenta cuando está a unas horas de dar su concierto en Bellas Artes.
Cuando termine la prepa, Aimee desea entrar a la Orquesta Escuela Carlos Chávez, y luego hacer audición para formar parte de otras orquestas.
Foto: Frack/Fomento Musical
La historia de Alan Oziel Camacho Felicez, de 14 años, no es muy diferente. El programa Semilleros Creativos -grupos de formación artística gratuita para la niñez y las juventudes en México- llegó un día a su hogar, el pueblo mágico de Tzintzuntzan, Michoacán.
A sus 9 años comenzó a conocer la flauta, el oboe, pero le encantó el fagote, de la familia de maderas. Este es su tercer año en la OSIM y disfruta mucho la experiencia de conocer otros estados de la República Mexicana.
Con un gesto de entusiasmo, el joven dice le gusta mucho conocer “la historia de la música, cómo se compuso, qué hay detrás de cada pieza, hasta una historia y pues, es muy emocionante”, dice cuando nos interrumpe la alarma de su celular porque tiene que abordar el transporte para irse a Bellas Artes.
La Orquesta Sinfónica Infantil de México es un programa de alto rendimiento que se lleva a cabo desde 2001, impulsado por el Sistema Nacional de Fomento Musical, del Gobierno de México. Cada año, se realiza una audición en la que se piden ciertos pasajes orquestales y una pieza donde deben mostrar su nivel técnico. El programa consiste en dos semanas de campamento y una semana de gira.
El director artístico y titular del SNFM, Roberto Rentería Yrene, ha señalado que "El objetivo es que las niñas, niños y adolescentes en plena formación musical conozcan y exploren las obras creadas por compositoras mexicanas como las maestras Nubia Jaime Donjuan, Gabriela Ortiz y Gina Enríquez, quienes han forjado una carrera importante en el ámbito musical y hoy día son una fuente de inspiración para las nuevas generaciones que quieren dedicarse a la música, en especial las niñas y adolescentes".
En el concierto, se interpretaron piezas como Danzón núm. 8, de Arturo Márquez; el Poema sinfónico Marfil, de Gina Enríquez; El salón México, de Aaron Copland; y La urraca ladrona, de Gioachino Rossini, en un concierto que dura dos horas.
Foto: Frack/Fomento Musical
“Es una experiencia muy, muy bonita, porque conoces personas de toda la República y pues, no solamente haces amigos, también te enseñan muchas cosas, o sea, aprendes muchas cosas en tu nivel técnico como instrumentista”, comparte Aimee.
A otra niña o niño que desee formar parte de la OSIM, Alan le recomienda que esté atento a la convocatoria y que participe en la audición.
“(Recomiendo) darse el tiempo de revisar la audición porque sí, el material obviamente que es para esta orquesta pues no está fácil. Está muy, muy complejo, muy difícil, pero está muy bueno y pues, le recomendaría que tuviera paciencia y que lo intente, más que nada, que lo intente, lo intente. Sobre todo, nunca temerle a las opciones, sino arriesgarse y pues ya, a ver qué pasa.”
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