Dije que abriría el año, y me parafraseo y recurro al refrito para poner en contexto la serie acorde a este 2025. Comenté que continuaría con el tema de Santa Úrsula Xitla (SUX), virtual pueblo originario al que le dieron carta de originalidad la SEPI y las magistraturas del Tribunal Electoral de Chilangolandia (TECDMX) en las que participan o participaron los siguientes magistrados: Martha Alejandra Sánchez Camarena, Gustavo Anzaldo Hernández, Armando Hernández Cruz, Armando Ambriz Hernández, Martha Leticia Mercado Ramírez, María Antonieta González Mares, Elizabeth Valderrama López, Osiris Vázquez Rangel, Juan Carlos Sánchez León, así como las magistraturas de la Sala regional de la CDMX adscrita al TEPJF con los siguientes magistrados como parte de esa red: María Guadalupe Silva Rojas, José Luis Ceballos Daza, Luis Enrique Rivero Carrera. En esta simple lista hay entre algunos de ellos: nexos con la academia opusdeista, parentescos políticos con Monreal que ya tiene un pie en Tlalpan con Pedro Haces, Alfa González, Daniela Álvarez entre otras personas u organizaciones con pasados, presentes y posibles futuros que dejan o seguirán dejando mucho que desear. Claro, la SEPI, será tema y central vinculado al IECM. Es decir, las colaboraciones sobre SUX seguirán con su secuencia numérica enlistada en las notas, mas no con una frecuencia por fuerza semanal. Más o menos lo escribí así en diciembre de 2024: “los tres glifos usados por la subdelegación, con sus variantes inventadas no pertenecen a SUX [en especial el robado del pueblo originario de Xico en el estado de México]; queda claro, así mismo, que Tochico no es palabra ni lugar y tampoco un conejo, que ninguno de los glifos en cuestión de la documentación falsa y la alojada en redes tiene sustento histórico, [pero no con relación a SUX] y que lo único real, y de lo que nos habremos de ocupar en la segunda semana de enero de 2025, es de la iglesia colonial que data del siglo XVII.”
Rompiendo reglas
Después de este texto, haré una pausa porque hay más aspectos en política sobre los que deseo escribir, con intermitencia puesto que la continuidad temática que requiere SUX seguirá su curso y es necesario dimensionar este fraude que implica poner la lupa en todas sus aristas que incluyen algunas instancias legales que se han manejado con total opacidad.
Una parroquia con una feligresía contemporánea
Antes de pasar a mi cuestionamiento debo precisar que con todo lo que se escribió sobre el supuesto pasado prehispánico de la colonia, “salvo error” es un hecho que no existió. Desde esa perspectiva su arraigo podría provenir de la parroquia datada hacia el siglo XVII. Esto nos abre otra línea de trabajo que también requiere continuidad: demostrar, y lo haremos con pruebas como lo hemos hecho hasta el momento, que no hubo población indígena posterior a la conquista habitando en la zona. Lo cierto es que la iglesia cuenta con una feligresía contemporánea integrada mayoritariamente por la población católica de la colonia, mucha de la cual, sin temor a equivocarme no quiere ser pueblo, y entre ella, no todos le rinden devoción a la virgen de Santa Úrsula, aunque acudan al templo como parte de su respetable creencia. Entre ellos mismos, también hay que decirlo, no todos están a favor del cierre de las calles por la fiesta patronal, ni lo que trae consigo ésta, ni los negocios que se dan en torno a ella.
Santa Úrsula Xitla: pueblo neocolonial
La mentalidad colonialista contra la que lucharon muchos pueblos originarios, incluso adoptando costumbres sincréticas, no es parte de los motivos de los promotores del constructo. Eso está cada vez más claro. De hecho, está alejada del verdadero espíritu de la Ley de pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México.
Si no hay pasado originario, ni población autóctona que tenga por lengua madre al náhuatl, es contradictorio y poco ético nombrar un pueblo a partir de una visión colonialista como la que practicó la iglesia durante la conquista y con una feligresía plural, contemporánea y mayoritariamente con arraigo a la Unidad Territorial cuya mayoría no se adscribe al mencionado constructo. Más lamentable es que la piratería de símbolos de otros pueblos originarios no haya sido puesta en tela de juicio por las SEPI, pese a la evidencia documental. La máxima de Goebbels que repetía AMLO, aquí se hizo realidad, y los medios han contribuido a esta falsedad, como recientemente lo hizo la colega Fernanda Tapia vía El Heraldo.
Lo anterior sin mencionar que en la colonia también hay vecinos que profesan otras religiones o ninguna de ellas. Con respecto a la iglesia como institución en torno al constructo. Voy con un primer acercamiento antes de entrar a la pausa.
Emper Peña: un seminarista que trabaja para la causa
En anteriores colaboraciones, particularmente en dos, expusimos pinturas alteradas con firma original de una autora italiana contemporánea, Antonella Cacpuccio (SUX1) y el atormentado pintor inglés Thomas Egerton (SUX3). Al final de este trabajo se despliega una lista secuencial de la serie. El hecho es que dos de las cinco pinturas alteradas, llevan la firma, de un pésimo falsificador cuyo nombre artístico es “Emper Peña”. Algunos de nosotros nos preguntamos ¿quién estaba detrás del nombre de ese aspirante a Henry Morgan de la plástica? Lo que obtuvimos gracias a la curiosidad de otros vecinos interesados en hacer válidos los derechos que una ley bien pensada, pero en este caso concreto pésimamente aplicada nos quitó, es que se trata de un auxiliar en promoción vocacional en el Seminario Conciliar de México que es un centro de formación para futuros sacerdotes de la Arquidiócesis Primada de México, cuyo nombre real es Beto Peña. Ignoramos el desempeño de este creativo seminarista, pero lo que es un hecho es que con esas alteraciones que sirvieron para fines que atentan contra el derecho político de las mayorías, en este caso la UT SUX y contra el derecho de autor, no atiende al menos dos de los diez mandamientos básicos de la fe cristiana: no robarás y no mentirás.
En un chat vecinal, un querido amigo después de que la alcaldesa festejó el nombramiento de la SEPI en el atrio de la iglesia en lugar de hacerlo en un espacio laico, sobre todo porque han defendido hasta el cansancio el carácter prehispánico y originario del pueblo, comentaba que el sólo veía políticos queriendo utilizar el fervor religioso para validar su falsa declaración de pueblo y la ausencia de un párroco que debió impedirlo. La ausencia del párroco y la piratería del seminarista es sólo un botón de muestra de esta red en la que también participa la iglesia. Ojo, mi vecino es católico y no valida el constructo, como él hay muchos. Las preguntas son: ¿qué hace la iglesia metida en esto? ¿qué intereses la mueven? Otro vecino nos mandó un pantallazo donde a propósito del cumpleaños del seminarista le agradecen y le brindan un reconocimiento por la creación de la página en la que se despliegan las falsificaciones, su colaboración en el proceso de reconocimiento de la SEPI, así como su tiempo, dinero (sic) y esfuerzo. La tesis del seminarista solitario es difícil de entender en este contexto. En todo caso la jerarquía eclesiástica, como en otros casos más graves, se hace de la vista gorda o de plano lo encubre.
Ahora bien, la vinculación de la parroquia con respecto a la UT antes de que fuera poblada, es un caso que expondré en futuras entregas.
El último photoshopazo antes de la pausa.
De las cinco falsificaciones, dos llevan la firma artística del seminarista, que no es residente de SUX sino de Tulyehualco, dicho sea al paso, de las tres restantes sin firma dejé la última por la gravedad que conlleva. Se trata de la alteración de una pintura “con declaratoria de monumento histórico de conformidad con el decreto que declara monumentos históricos a toda clase de obras plásticas realizadas por [José María Velasco] publicado en el DOF el 8 de enero de 1943.” De acuerdo con el documento emitido por la Secretaría de Cultura/INBAL en una solicitud de información firmada por el titular de la Unidad de Transparencia del INBAL el 3 de mayo de 2023 de nombre Víctor Antonio Pérez Vázquez.
En la parte superior del díptico se observa el nombre del entonces autodenominado Pueblo de Santa Úrsula Xitla (antes de la oscura declaratoria de la SEPI) flanqueado por dos de los glifos robados uno el de San Lorenzo Toxico en Ixtlahuaca, Estado de México (SUX 7) y el otro del pueblo de Xico también del Edomex (SUX 6), así mismo se perciben unas casitas en medio del paisaje, al fondo la iglesia y en primer plano a una imagen de la virgen de la parroquia. El fragmento alterado de la obra original (parte inferior del díptico) titulada “Hacienda de Coapa con volcanes” del ya citado José María Velasco que ilustró por muchos años con sus paisajes cajetillas de cerillos y que actualmente forma parte del Fondo Banamex; resalta también por sus colores estridentes, ajenos al estilo paisajístico que practicaban Velasco y Coto entre otros discípulos de Eugenio Landesio (SUX 4). Un análisis comparativo elemental permitirá descubrir que las superposiciones del fragmento horizontal alterado ocultan el tren que pasaba frente a la hacienda de Coapa en Coyoacán invisibilizada, asimismo, por el dibujito de la iglesia.
Bibliografía
Velasco, José María (1897). Hacienda de Coapa con volcanes. Oleo sobre tela (84 x 125 cm) Colección Banco Nacional de México.
Ligas a la serie Santa Úrsula Xitla
como problema geopolítico 1 (SUX)
SUX 1
SUX 2
https://exploracdmx.com/opinion/santa-ursula-xitla-como-problema-geopolitico-2
SUX 3
https://exploracdmx.com/opinion/santa-ursula-xitla-como-problema-geopolitico-3
SUX 4
https://exploracdmx.com/opinion/santa-ursula-xitla-como-problema-geopolitico-4
SUX 5
https://exploracdmx.com/opinion/santa-ursula-xitla-como-problema-geopolitico-5
SUX 6
https://exploracdmx.com/opinion/santa-ursula-xitla-como-problema-geopolitico-6
SUX 7
https://exploracdmx.com/opinion/santa-ursula-xitla-como-problema-geopolitico-7
SUX 8
https://exploracdmx.com/opinion/santa-ursula-xitla-como-problema-geopolitico-8
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